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Lo que abre el amor, que no lo cierre el miedo.


miércoles, 30 de abril de 2008

Solamente, un hombre


Mi búsqueda no es sencilla: a mi paso he visto a muchos hombres pero aún continúo en mi pesquisa, porque lo que yo deseo es, solamente, un hombre.

Un hombre tan seguro de si que no tema mi plena realización como mujer y que jamás me considere su rival, sino que seamos eternos compañeros el uno para el otro, amigos del alma.

Un hombre que me proteja de los demás y de mi misma; que conozca mis errores, los acepte y me ayude a corregirlos.

Un hombre que sepa reconocer mis valores espirituales y que sobre ellos pueda construir un mundo.

Un hombre que con cada amanecer me ofrezca una ilusión. Que alimente nuestro amor con delicadeza; para quien una flor entregada con un beso, tenga más valor que una joya enviada con un mensajero.

Un hombre que jamás corte el puente de comunicación y ante quien me atreva a decirle todo lo que pienso, sin temor a que me juzgue o a que se ofenda.

Un hombre que tenga siempre los brazos extendidos para que yo me refugie en ellos cuando me sienta amenazada o insegura. Que conozca su fortaleza y mi debilidad, pero que jamás se aproveche de ellas.

Un hombre que tenga abiertos los ojos a la belleza, a quien lo mueva el entusiasmo y ame intensamente la vida. Para quien cada día sea un regalo inapreciable por disfrutar plenamente, aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.

Un hombre que sepa ser siempre mas fuerte que los obstáculos, que no se amilane ante la derrota y para quien aún los contratiempos sean estímulo y no adversidad.

Un hombre que se respete a si mismo, porque así sabrá respetar a los demás.

Un hombre que goce dando y sepa recibir. Que no tenga miedo de amar ni se envanezca porque es amado. Y que goce cada minuto de amor como si fuera el último.
Cuando lo encuentre amaré intensamente...

Anónimo


4 comentarios:

Dinora dijo...

Ese seria un hombre perfecto, y es el que una se encuentra cuando se enamora, simplemente lo vemos único ^^

Abrazos ;)

Anónimo dijo...

Y para encontarlo imagino... ¿ofreces lo mismo que reclamas?
¿entregarías tanto por amor?
¿y el riesgo a equivocarse?

¡Qué bello es vivir!

¡Cuanto me duelen palabras como "eternamente" o "siempre" cuando se habla del amor... verdadero!

muchos besos, sonrisas y suertes.

;-)

Anónimo dijo...

Hay cosas que no ven los ojos, pero se pueden ver con el alma. Para amar intensamente hay que cerrar los ojos y dejarte llevar.

Un besazo

Gabriela Collado dijo...

Dinora y Auxi: se nota que sois mujeres que sabéis amar...enhorabuena!

Desah: ¡Por supuesto!!!!! Ofrezco lo mismo que pido, sino no sabría lo que quería y no sería capaz de apreciarlo en el otro... El riesgo de equivocarse está en todo, eso es vivir... entregar tanto por amor, yo diría más bien entregarse, abrir el alma, compartiruna vida con otra respetando la individualidad de cada uno. Lo que duele de eternamente y siempre es el miedo, el miedo de equivocarse, el miedo de arriesgar y, precisamente el MIEDO es lo contrario al AMOR...

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